Oí cantar a un oriol.
Puede ser una cosa muy común
–
o simplemente divina.
El sonido del pájaro
que canta sin ser oído no es
el mismo
que el de aquel que está
entre la multitud –
El hábito del oído
viste de pardo o de color
vivo
a lo que va a oír –
Así, haya runa –
o no,
proviene de adentro.
“La canción está en el árbol”
–
me advierte – el escéptico –
“No, señor. En ti”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario