Ella distribuyó sus bellas
palabras como cuchillas –
Cuán resplandecientes
brillaban –
Y cada una le daba vestido a
un nervio
O coqueteaba con un hueso –
Ella nunca pensó – que estaba
haciendo daño –
Eso – no es cuestión del
acero –
Qué mal asumen las criaturas
–
Una vulgar mueca en la carne
–
Sentir dolor es humano – no
una cortesía –
Una vieja costumbre de la
mortalidad –
La fina película sobre el ojo
Justamente cerrándose – para
morir –
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