El malayo – tomó la perla –
Yo – la noble – no –
Yo – le tenía mucho miedo –
al mar –
No estaba bendecida – para
tocar o tomar –
Rezaba para poder llegar a
ser digna –
Del destino –
Y aquel hombre moreno nadó –
Y se llevó mi joya – a su
casa –
A su casa, a su cabaña.
Qué triste, sin embargo, si
yo hubiese conseguido la joya –
Al ser llevada sobre un pecho
sombrío –
No habría considerado –
correcto –
Ni siquiera un pequeño
chaleco ambarino.
El malayo nunca supo
Que yo – también – la
cortejaba –
Una perla tanto para ganar,
como para ser destruida –
Como para él –
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