El alma elige su propia
compañía –
Luego – cierra la puerta –
No está presente ya –
entre sus divinas mayorías –
Inmóvil – observa a las
carrozas – que se detienen –
ante su puerta blanca –
Inmóvil – delante de un
emperador que se arrodilla
sobre su cojín –
He sabido quién es ella –
Elijo a una –
de entre la inmensa nación –
Luego – cierro las valvas de
su atención –
como piedra.
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