martes, 31 de mayo de 2016

491

El mundo se siente cubierto de polvo
Cuando nos detenemos para morir –
En ese momento – queremos el rocío –
Los honores – tienen un sabor seco –

Las banderas – vulneran a un rostro moribundo –
Sin embargo, el abanico más pequeño
Sacudido por una mano amiga –
Refresca – como la lluvia –

Cuando llegue tu sed
Que sea mío el ministerio –
Ir en pos de rocíos de tesalia –
Y bálsamos de hibla –



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