viernes, 27 de mayo de 2016

479

Debido a que no pude detenerme por la muerte –
Ella amablemente se detuvo por mí –
En el carruaje cabíamos solo nosotras –
Y la inmortalidad.

Avanzábamos con lentitud – Ella no sabía de prisas
Y yo había hecho a un lado
Mis labores, también mi ocio,
Debido a su cortesía –

Pasamos por la escuela, donde los niños
Se tornaban ansiosos en grupos – en el recreo –
Pasamos por los campos de estudioso grano –
Pasamos por el ocultarse del sol –

O, mejor – él pasó por entre nosotros –
Los rocíos dejaban gotas, temblorosos, fríos –
Pues mi vestido solo era gasa –
Mi volquete – solo tul –

Paramos delante de una casa que se asemejaba
A una hinchazón de la tierra –
El tejado apenas podía verse –
La cornisa – estaba sobre el suelo –

Todo esto – ocurrió hace siglos –
Y no obstante se siente más breve que el día
En que imaginé por vez primera que las cabezas
De los caballos estaban dirigidas a la eternidad –



No hay comentarios:

Publicar un comentario