Yo era la de más corta
estatura en la casa –
Tomé la habitación más
pequeña –
Por la noche mi lámpara
diminuta, el libro –
Y un geranio –
Ubicada así podía atrapar la
moneda
Que nunca dejó de caer –
Y tan solo mi canasta –
Déjame pensar –
Estoy segura de que eso era
todo –
Yo nunca hablaba – excepto si
alguien me hacía
Preguntas –
En aquel tiempo – de maneras
breves y voces bajas –
No soportaba vivir – en voz
alta –
El ruido, la algazara me
avergonzaban tanto –
Y si aquello no hubiera
estado tan lejos –
Y si nadie que yo conociera
se hubiera ido –
Habría pensado en muchas
ocasiones
Cuán desapercibida – podría
morir –
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