El único fantasma que he
visto
iba vestido de encaje –
Debido a esto – no tenía
sandalias en los pies –
y pisaba como los copos de
nieve –
Su semblante era silencioso
como el pájaro –
pero rápido – como el corzo –
Sus maneras extrañas,
mosaicas –
o tal vez de muérdago –
Su conversación – infrecuente
–
Su sonrisa como la brisa
que desaparece en forma de
hoyuelos
por entre árboles pensativos
–
Fue efímero – nuestro diálogo
–
Él fue esquivo conmigo –
Y no permita Dios que yo
vuelva la vista atrás
después de ese día
sobrecogedor.
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