Amarra bien las cuerdas a mi
vida, Señor mío,
Y estaré lista para la
partida.
Solo una mirada rápida a los
caballos –
Eso será suficiente.
Ubícame en el lado más firme
–
Así nunca me caeré –
Porque tenemos que llegar al
Juicio Final a caballo –
Y el camino es, en buena
parte, cuesta abajo –
Sin embargo, nada me importan
las laderas inclinadas –
Nada me importa el mar –
Estaré bien atada en esa
carrera eterna –
Por mi propia elección –
Adiós a la vida que solía
vivir –
Al mundo que solía frecuentar
–
Y tú besa las colinas por mí,
una vez nada más –
Así, entonces – estaré lista
para la partida.
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