Aquello – nunca más sería
compartido – dije –
Comenzaba – la divergencia –
Se había presentado – más de
una amargura –
Sin embargo aquella antigua
cosa – había terminado –
Si alguna vez aparece – lo
hará, sin duda –
durante la más tersa – mañana
–
tuve tanta felicidad –
durante todos los años –
que – dije – aquello propiciaría
un dolor – más fácil –
Tuve tanta dicha – que la
sentí publicada –
por el rojo sobre mis simples
mejillas –
Y lo dije – desde mi punto de
vista –
Era inútil – decir algo –
Anduve como si mi cuerpo –
portara alas –
Los pies – que acostumbraba
usar –
eran ahora – innecesarios –
para mí –
Como las botas – lo
serían - para los pájaros –
Puse todo mi placer afuera –
Le repartí una palabra de oro
a cada criatura – que me
encontré –
Y doté – al mundo entero –
De repente – mis riquezas se
redujeron –
Un duende – bebió mi rocío –
Mis palacios – se desplomaron
deshabitados –
Yo – también – caí en la
ruina –
Me aferré a los sonidos –
Busqué a tientas entre las
formas –
Toqué las superficies de las
membranas –
Sentí que el yermo se echaba
hacia atrás
siguiendo mis líneas doradas
–
La arpillera – cuelga el
vestido
que yo acostumbraba llevar –
en el clavo –
¿No obstante, dónde está mi
momento de brocado –
mi – gota – de India?
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