martes, 5 de abril de 2016

335


La sonrisa de ella estaba tallada como otras sonrisas –
los hoyuelos escaparon –
y continuó doliéndote, como cierto pájaro
que al empinarse para cantar
recuerda luego un baile al cual debía ir –
y se aferra a la rama –
convulsa, mientras la música se estrella –
idéntica a las cuentas de un collar –
contra la ciénaga –

Un labio feliz – se rompe de repente –
sonriente – no te explica cómo
era su contemplación –
Ahora – se encuentra consumado –
pero lleva su felicidad
con tanta paciencia – como a un dolor –
Está recién arreglado –
para escabullirse de los ojos no instruidos,
para la indagación –


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