La sonrisa de ella estaba
tallada como otras sonrisas –
los hoyuelos escaparon –
y continuó doliéndote, como
cierto pájaro
que al empinarse para cantar
recuerda luego un baile al
cual debía ir –
y se aferra a la rama –
convulsa, mientras la música
se estrella –
idéntica a las cuentas de un
collar –
contra la ciénaga –
Un labio feliz – se rompe de
repente –
sonriente – no te explica cómo
era su contemplación –
Ahora – se encuentra
consumado –
pero lleva su felicidad
con tanta paciencia – como a
un dolor –
Está recién arreglado –
para escabullirse de los ojos
no instruidos,
para la indagación –
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