viernes, 22 de abril de 2016

370

En mi jardín un pájaro
Trota sobre una pequeña rueda –
Cuyos radios hacen cierta escalofriante música
Como si se tratara de un molino viajero –

Él nunca se detiene, pero descansa
Sobre la rosa más madura –
Departe un poco con ella sin posarse,
Y canta alabanzas al irse,

Tras haber probado cada especia –
Es en ese momento cuando su encantada calesa
Se bambolea hacia atmósferas más remotas –
Y entonces me junto con mi perro,

Él y yo dudamos
De si estábamos muy categóricos –
De si era el jardín del cerebro
Quien nos conducía a la curiosidad –

Pero él, el mejor de los lógicos,
Remite mi torpe mirada –
A unos capullos que justamente están vibrando.
Exquisita respuesta.


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