Es tan sobrecogedor – que
resulta hilarante –
Se encuentra tan encima del
horror – que, casi
atrapada – el alma lo sigue
con la mirada fija,
convencida de que conocer lo
peor no deja ningún otro
pavor –
Desmaya auscultar a un
fantasma –
Sin embargo, el forcejeo
termina por conquistarlo –
Cuán sencillo es ahora el
tormento –
al que la incertidumbre
siguió aserrando de esa
manera –
La verdad es calva – y fría –
Solo eso tendrá valor –
Si alguien tiene alguna duda
–
le enseñamos – una plegaria –
Empero, nosotros, que ya
sabemos,
dejamos de esperar –
Ahora – mirar a la muerte es
morir –
Basta simplemente con dejar
ir la respiración –
Ni la almohada contra tu
mejilla
podría dormir así –
Otros pueden partirse el alma
–
Lo tuyo, sin embargo, ha
terminado –
Y cuando llegue tanto dolor –
temido en la desolación,
deja al miedo en libertad –
libre de terror –
¡Alegre, horrible fiesta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario