Antes de que yo misma me
arrancara los ojos –
me gustaba mucho observar,
Igual a otras criaturas
poseedoras de ojos –
que no saben hacer otra cosa
–
Pero si hoy me notificaran
que no hubiera podido tener
el cielo
para mí sola, te confieso que
mi corazón
se partiría a causa de mi
estatura –
Las praderas – mías –
Las montañas – mías –
Todos los bosques –
Ilimitadas estrellas –
Tanto mediodía como yo
pudiera agarrar –
en medio de mis ojos que
tienen fin –
Los giros de los pájaros al
descender –
El camino iluminado del rayo
–
Para mí sola – para mirarlos
cuando quisiera,
Esa notificación podría
derrumbarme –
Así pues, estoy más a salvo –
supongo –
Solo con mi alma, ante el
vidrio de la ventana
donde otras criaturas ponen
sus ojos –
sin prestarle atención – al
sol –
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