Ella avizora un pájaro – se
ríe, tímida –
Se tumba – luego se arrastra
–
Corre como si en apariencia
no tuviera pies –
Agranda sus ojos como globos
–
Su quijada se agita –
hambrienta – crispándose –
Sus dientes a duras penas
pueden resistirse –
Salta, aunque el petirrojo
había saltado primero –
Ah, pequeña gata de la arena,
las esperanzas habían
madurado tan jugosas –
que tú por poco te bañaste la
lengua –
cuando la felicidad destapó
cien dedos de los pies –
y se fugó con todos ellos –
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