Fue justo por esta época, el
año pasado, cuando morí.
Sé que oí al maíz
cuando fui conducida por las
granjas –
Ya le habían brotado las
espigas –
Pensé en cuán amarillo
estaría –
cuando Richard fuera a
molerlo –
Y entonces quise salir,
pero algo amarró mi voluntad.
Pensé en cuán dispuestas
estarían las manzanas – rojas
en medio de los rastrojos –
Y en cómo las carretas irían
tambaleándose
por los campos para ir
recogiendo las calabazas –
Me pregunté cuál de ellas me
extrañaría menos,
me pregunté si el padre
multiplicaría los platos –
para repartir cantidades
equitativas –
cuando llegara el día de
Acción de Gracias –
Y si colgar muy alto mi
calcetín,
para que pudiera alcanzar mi
altura
algún Santa Claus,
empañaría la alegría de la
navidad –
Sin embargo todo esto me
entristeció,
y por tal razón pensé de otra
manera:
cómo justo por esa época, un
año perfecto –
ellos podrían venir a mí –
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