viernes, 22 de abril de 2016

369

Esas bellas – ficticias personas –
Las mujeres – arrancadas
De nuestro habitual curso de vida –
Los hombres de marfil –

Esos muchachos y muchachas de la pintura –
Están en la pared
Eternamente como recordatorio –
¿alguien sabe de qué?

Confiamos – que se encuentren en lugares más perfectos –
Herederos de un placer
Por encima de nuestra débil conjetura –
De nuestra confusa estimativa –
Recordándonos, confiamos –
Sin embargo, más felices – que nosotros –
Porque conocen – donde nosotros solo esperamos –
Porque reciben – donde nosotros – solo pedimos –

También anticipándonos –
De expectación –
Con un arrobamiento que podría ser dolor
De no ser por la santidad –

Todos ellos – a quienes admitimos en nuestra casa –
Nos consideran – como exiliados –
Gracias al delicado milagro de la muerte –
El camino por el cual nosotros tenemos que llegar –


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