Sabré por qué –
cuando concluya el tiempo –
cuando yo misma haya dejado
de preguntar por qué –
Cristo va a explicar cada
angustia,
una por una, dentro del salón
de clases
del cielo –
Él me recordará lo que Pedro
le prometió –
y yo – consternada en frente
de su dolor –
olvidaré la gota de angustia
que me escalda – que me
escalda ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario