Los músicos están luchando
con denuedo
por todas partes.
Todo el día – entre el aire
sobrecargado
oigo la pelea plateada –
y me despierto mucho antes
del amanecer.
Tal arrobamiento irrumpe en
la aldea.
Llego a pensar: “esta es esa
nueva vida”.
No se trata de un pájaro – no
tiene nido –
Ni de una banda musical
vestida de latas
y escarlata –
No es un pequeño tambor – ni
es un hombre.
No se trata de un himno leído
desde el púlpito.
Esas estrellas de la mañana –
guiadas por una
principal durante la primera
tarde del Tiempo.
Algunos dicen – que son las
esferas jugando.
Algunos dicen –que esa
brillante mayoría
de damas – y hombres –
difuminados –
forma parte de una ceremonia
religiosa
en el lugar donde nosotros –
con un difunto –
celestial rostro – si Dios lo
permite –
la descubriremos.
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