jueves, 25 de febrero de 2016

230


A causa de esta – respiración aceptada –
por entre ella – compito con la muerte –
Mi compañero no puede tocar esta corona –
Por ella – asumiría mi título –
Ah, qué monárquica consideración
se inclinó un día – ante mi necesidad.

No puede existir – un páramo
donde ella me acompañe –
ni un desierto mediodía –
ni un miedo de hielo por venir
que rodee el perenne florecimiento –
Excepción hecha de un cierto junio.

Haz que el arcángel – profiera – la sílaba
de la realeza –
Haz que los santos – con una nueva –
insegura lengua –
digan cuál trance aquí, abajo,
el mejor, el digno de la corona,
podría exhibirse más como su gloria –


No hay comentarios:

Publicar un comentario