Yo tenía algunas cosas a
las que llamaba mías –
Y Dios tenía algunas a
las que Él llamaba suyas –
Hasta que, recientemente,
un pleito de rivalidad
perturbó estos acuerdos.
Una propiedad, mi jardín,
de la cual Él reclama un
bello acre –
sembrado con tino –
Ha enviado hasta allá a
un alguacil.
La opinión de las partes
impide hablar mucho de
este asunto.
Sin embargo la justicia
es más sublime
que las armas, o la
reputación.
Entablaré una demanda –
Reivindicaré la ley –
Júpiter: busca a tu
abogado –
Yo me quedo con el
matorral.
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