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Estos son los días en que regresan los pájaros –

muy pocos – uno o dos –

a echar un último vistazo –

Estos son los días en que los cielos vuelven a asumir

los viejos – viejos sofismas de junio –

Equivocación azul y dorada,

fraude que no puede estafar a la abeja,

tu verosimilitud

casi me lleva a creer,

hasta el testimonio brindado por hileras de semillas,

hasta que de repente, en el aire alterado,

una tímida hoja se apresura –

Sacramento de los días de verano,

última comunión en la bruma –

permite que una niña se una –

y comparta tus sagrados emblemas –

y tome tu pan consagrado –

y tu vino inmortal –