Serafines pequeñísimos –
que van extraviados –
Aterciopelada gente de
Vevay –
Bellezas de algún
olvidado día en verano.
Selecto corrillo de
abejas –
París no conseguiría
disponer de tal grey
adornada con esmeralda.
Venecia no lograría
mostrar una mejilla
de pigmento más humilde y
brillante.
Jamás emboscada como esta
presentada de rosa
silvestre y hoja
para mi pequeña doncella
de Damasco.
Yo preferiría llevar
puesta su gracia
antes que portar una
distinguida cara de noble –
Preferiría vivir como
ella
a ser duquesa de Exéter –
Monarquía suficiente para
mí
es poseer como súbdito al
abejorro.
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