Recién me había perdido
cuando fui salvada.
Recién había oído que el
mundo avanzaba.
Estaba recién aprovisionada
para el ataque
con eternidad cuando el
aliento retornó –
y al otro lado
escuché retroceder a la
decepcionada marea.
Por tanto, me siento como la
que regresa.
Extraños secretos por contar
de la Línea del Ecuador.
Como marinero que bordea
nuevas playas.
Como pálida reportera desde
las terribles puertas
delante del sello.
Después, tiempo para
quedarme.
Después, tiempo para ver las
cosas
inauditas –
inescrutadas.
Después tiempo para demorarme
mientras pasan los años –
Pesados, lentos caminan los
siglos
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