domingo, 17 de enero de 2016

102



En harapos misteriosos como estos
avanzan los resplandecientes miembros de la corte,
lamentando la púrpura y las plumas –
lamentando ese armiño.

Sonrientes cuando piden limosna
delante de alguna puerta eminente –
Sonrientes cuando caminamos descalzos
sobre su suelo dorado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario