Nunca escucho la palabra
‘Huir’
sin que se me estremezca la
sangre.
Una repentina expectación.
Una actitud para el vuelo.
Nunca oigo de inmensas
prisiones
derrumbadas por soldados –
Pero sacudo con fuerza mis
barrotes,
de manera infantil,
solo para fracasar
nuevamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario