Emily Dickinson
miércoles, 27 de enero de 2016
134
Si la campanilla azul desatara su cinta
para la amorosa abeja
¿tributaría la abeja a la campanilla
tanto como antes?
Si el Paraíso – persuadido –
cediera su foso de perla –
¿podría ser el Edén un Edén,
o la noble – una noble?
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