sábado, 16 de enero de 2016

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¿Tienes un arroyo dentro de tu pequeño corazón
donde las flores se abren, tímidas,
donde luminosos pájaros bajan a beber –
donde las sombras tiemblan mucho,

aunque nadie sabe, debido a que fluye
con inmensa quietud , que ahí hay un arroyo?
No obstante, tu minúsculo trago de vida
a diario es bebido en ese lugar.

Así pues, debes prestar mucha atención
a ese modesto arroyo en marzo,
cuando los ríos salen de su cauce,
y las nieves vienen con excesiva prisa
de las montañas,
y los puentes tienen por costumbre desplomarse –

Más tarde, puede suceder en agosto,
cuando las praderas se resequen
debes tener mucho cuidado.
No sea que ese diminuto arroyo de vida
durante algún ardiente mediodía
termine secándose.   

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