Este lugar es felicidad –
cielo esta aldea –
en donde las campanas no
asustan más a la mañana –
donde el escarbar no
llega –
donde caballeros muy
ágiles
son obligados a
permanecer dentro de sus habitaciones –
y niños exhaustos duermen
plácidos
durante un mediodía de
siglos.
Por favor, Padre, que sea
pronto.
“Si pudiéramos trepar
hasta donde estuvo Moisés
y contemplar el paisaje
desde arriba”.
Ni las fábricas – ni las campanas del Padre –
podrían aterrarnos más.
Ni las fábricas – ni las campanas del Padre –
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