Si yo muriera –
Y tú vivieras –
Y el tiempo continuara
fluyendo –
Y la mañana brillara –
Y el mediodía ardiera –
como ha solido hacer –
Si los pájaros edificaran
como antes
y las abejas fueran tan
activas como alguna vez lo fueron –
¡Uno podría alejarse
cuando quisiera
de las empresas de este
mundo terreno!
Es grato saber que habrá
provisiones
cuando durmamos con las
margaritas –
que el comercio seguirá –
y los negocios volarán
con la velocidad de siempre –
¡Tranquiliza la partida,
mantiene serena el alma –
que caballeros tan
entusiastas
dirijan la plácida
escena!
Me encanta y me hace transitar por la verdadera poesía.
ResponderEliminarNos agrada inmensamente que la poesía de Emily Dickinson la haya conmovido. Muchas gracias por su lectura.
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